Ángel Carrasco expresa en sus dictámenes sobre preferentes “manifestaciones de parte, sin carácter objetivo”, según el Defensor del Pueblo
Fernando Zunzunegui
def13 ¡Pro veritate, Señoría!
Un dictamen de un catedrático goza de cierta presunción de veracidad. Si el autor del dictamen tiene un reconocido prestigio por sus publicaciones y trayectoria se llega a considerar veraz sin necesidad de que sea probada su independencia. Sirva la anécdota de un conocido catedrático de Derecho mercantil, socio de un bufete que trabaja habitualmente para la banca, quien al ser interpelado sobre su independencia en un procedimiento sobre productos financieros en el que actuaba como perito, después de apagar el móvil, levantó la mirada para decir alzando la voz: “¡Pro veritate, Señoría, pro veritate!”. Palabras que resonaron en la sala y sirvieron para disipar en aquel momento las dudas del juez sobre la actuación independiente de catedrático.

Por esta razón, llama la atención que el Defensor del Pueblo, uno de nuestros órganos constitucionales, califique el dictamen de un catedrático de Derecho civil de “manifestaciones de parte, sin carácter objetivo”. Nos referimos a los dictámenes de Ángel Carrasco que desde hace meses acompañan las contestaciones de las demandas de Bankia por la comercialización de participaciones preferentes. Tras examinar los hechos, el Defensor del Pueblo critica con dureza la falta de independencia del catedrático, tal vez porque en la persona de Ángel Carrasco concurre ser director de un prestigioso centro de estudios de Derecho del consumo de la Universidad Castilla-La Mancha (CESCO), con la condición de perito de Bankia.

Según datos recogidos de fuentes oficiales por el Defensor del Pueblo, hay 137.481 casos de incorrecta comercialización de participaciones preferentes reconocidos por la propia Bankia ha a través de su consultora KPMG. El  95 por ciento de las demandas por preferentes son estimadas por los jueces. Hay 6.212 millones de euros comercializados con algún tipo de incumplimiento de la normativa. Lo que lleva al Defensor a considerar que: “Se puede concluir que, si la comercialización de estos productos híbridos hubiese sido la correcta, los clientes no habrían tenido posibilidad de recuperar el dinero invertido, al conocer exactamente el riesgo del producto vendido”. En otras palabras, podemos discutir cuantos pelos deben caer de la cabeza para ser calvo, pero todos reconocemos a un calvo por la calle.

No critica el Defensor los trabajos científicos del catedrático y sus opiniones, sino que presente como un dictamen pro veritate manifestaciones de parte carentes de objetividad y, además, sus malas maneras. En el comunicado “Cesco responde a sus críticos” califica de «listillos» a las víctimas de la incorrecta comercialización de las participaciones preferentes. Para el Defensor del Pueblo estos son “modos y actitudes impropias de un centro universitario como es el CESCO”. Por esta razón solicita el Defensor del Pueblo que el Rector de la Universidad adopte las “medidas oportunas para evitar que este comportamiento se vuelva a repetir en el futuro”, y que Ángel Carrasco “pida disculpas por las manifestaciones ofensivas para los clientes bancarios que han sufrido una comercialización inadecuada por parte de las entidades bancarias”.

Otras Referencias
AdaBankia: La Universidad de Castilla La Mancha deberá pedir perdón a los preferentistas por comentarios ofensivos
F. Zunzunegui: El “listillo” era él
F. Zunzunegui: La deriva de CESCO

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