La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha publicado un documento sobre los requisitos de conocimientos y competencias que deben tener los profesionales que distribuyan productos financieros.
Estas directrices, que afectarán a todos los empleados que se dediquen a asesorar en la inversión o que den información sobre servicios financieros, han sido desarrolladas para permitir que el sector cumpla con sus obligaciones bajo el artículo 24 y 25 de MiFID II. Cada país se encargará de completar estas bases con una normativa más detallada. En el caso español le corresponderá a la CNMV.
Las directrices contemplan diversas medidas que las entidades deben transmitir a sus profesionales, como los riesgos de los productos de inversión ofrecidos por la entidad, incluyendo la tasa y el coste en el que incurre el cliente a la hora de efectuar una transacción. Se hace hincapié en que el particular conozca de primera mano las características de los productos calificados de alta complejidad y el objetivo a alcanzar con la inversión.
Asimismo, se señala que los profesionales deben transmitir en la información que proporcionan a los inversores el impacto económico del producto a nivel global, nacional y regional, y tener un suficiente conocimiento de las cuestiones relacionadas con los abusos del mercado y el blanqueo de capitales. Además, deben prestar asesoramiento sobre datos relevantes de los productos de inversión y comunicar fielmente mediante documentos clave y prospectos.
Otro de los criterios que deberán tener en cuenta los profesionales es la comprensión de las estructuras de mercado a la hora de transmitir la información a los clientes, a los que deberá advertir de posibles escenarios de inversión alternativos como los mercados secundarios.
ESMA también explica en su informe que las entidades deben asegurarse de que los profesionales tienen el suficiente conocimiento como para entender los riesgos de los productos ofertados, y si se demuestra que algún miembro no dispone de la preparación necesaria, estará incapacitado para ofrecer servicios financieros relevantes (sólo podrá hacerlo bajo supervisión). La institución ha comunicado que evaluará el grado de competencia de los profesionales y los someterá a cursos, seminarios y estudios de aprendizaje, donde se incluirán preguntas de verificación con el objetivo de que demuestren que están verdaderamente capacitados para ofrecer estos servicios.
Informe final de ESMA: Pautas sobre conocimiento y competencia de los profesionales