El Consejo de Ministros ha aprobado el Anteproyecto de Ley para la transformación digital del sistema financiero, durante la reunión celebrada el pasado viernes 22 de febrero. De esta forma, el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene su compromiso de apoyar el espacio de pruebas Fintech conocido como Sandbox. Así lo ha anunciado el Ministerio de Economía y de Empresa que considera la aprobación del Anteproyecto “un impulso definitivo para avanzar en los últimos trámites administrativos”.
Esta iniciativa pretende, según informa el Ministerio, incorporar a España a los grupos de países “a la vanguardia tecnológica” y responde “a la convicción de que la transformación digital de la economía es un fenómeno de cambio estructural que exige una implicación activa de los poderes públicos”. Como recordamos, la principal medida del anteproyecto es la creación de un espacio de pruebas que permita a las Fintech dar rienda suelta a la innovación, controladas y supervisadas en todo momento por las autoridades supervisoras.
A pesar de los esfuerzos del gobierno socialista, la convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril y la inminente disolución de las Cámaras, prevista para el próximo 5 de marzo, dejará Sandbox en el cajón. Como apunta Fernando Zunzunegui, abogado y profesor, “el siguiente paso es someterlo al dictamen del Consejo de Estado y el próximo Gobierno tendrá que decidir si presenta o no el proyecto para su tramitación parlamentaria”. De esta forma, al no haber sido todavía presentado en el Congreso de Diputados, éste decae y será el nuevo Gobierno quien recoja el testigo para continuar su tramitación.
La medida de instaurar el espacio Sandbox ha recibido el apoyo general de la banca, inversores, asociaciones Fintech y supervisores. Siguiendo el Anteproyecto, uno de sus principales objetivos es el de “facilitar el proceso innovador” para mejorar el acceso a la financiación de los sectores productivos, contar con servicios financieros más eficientes y captar nuevos talentos. Tampoco olvida a los supervisores, destacando su intención de garantizar que estas autoridades dispongan de instrumentos para cumplir con su función en el nuevo contexto digital.
Sin embargo, distintos países europeos tales como Francia o Alemania no son favorables de instaurar un mecanismo como Sandbox, que no terminar de aportar garantías suficientes a los usuarios. Zunzunegui afirma que “Sandbox es un experimento que entraña riesgos y antes de utilizarla conviene analizar sus riesgos y costes”. Además, este experto hace referencia a los recursos humanos que un espacio de esta talla necesitaría para ser operativo: “en el Reino Unido las autoridades designan tres monitores en cada proyecto aprobado. La Comisión Nacional del Mercado de Valores sólo dispone de tres personas para atender Fintech”, manifiesta.
Por el momento, Sandbox todavía tendrá que esperar para ser instaurado de forma definitiva en España. Los impulsos a la transformación digital del sistema financiero encauzados por el Gobierno no han sido suficientes para posicionar a España como vanguardia en Fintech.