Cuatro de los grandes bancos han aunado sus fuerzas para impulsar una moneda virtual similar al Bitcoin. Banco Santander se ha unido a UBS (Swiss Bank), Deutsche Bank, BNY Mellon para promover el uso de la moneda virtual entre instituciones financieras y bancos centrales. De este modo, junto a la startup Clearmatics se desarrollará el proyecto que ha tomado el nombre de Utility Settlement Coin (USC).
La novedad radica en el uso de la tecnología blockchain, que también sirve como base para otras criptomonedas como Bitcoin. Según adelantó este martes Financial Times, la llegada de esta moneda llegaría a comienzos de 2018. Un año y medio de investigación para asegurarse que su lanzamiento se hace con todas las garantías regulatorias.
Desde la entidad han reconocido en un comunicado que el dinero digital “será clave en el futuro de los mercados financieros”, y han apuntado a la tecnología blockchain como aquella que puede “revolucionar la banca en los próximos años”. La tecnología blockchain permite la transaccionalidad de activos reales como euros o dólares.
El USC sería una “moneda que existe en un registro contable distribuido” compartido por un gran número de entidades financieras, “razón por la que es tan seguro, y representa digitalmente dinero respaldado por un activo real”. Es decir, gastar un USC será como gastar dinero real. Las principales ventajas de esta nueva forma de pago, presentada en septiembre de 2015 por UBS son la eficiencia, la mejora de las liquidaciones y la reducción del riesgo sistémico en los mercados financieros globales.
“Conversaciones recientes de los bancos centrales y los reguladores sobre divisas digitales confirman el enorme potencial que tienen. El USC es un paso clave hacia el mercado financiero futuro con tecnologías de registro contable distribuido”, ha explicado el responsable de Investigación y Desarrollo de Blockchain de Santander, Julio Faura.
Encaje regulatorio
Banco Santander ha indicado que los responsables del proyecto y las entidades están en contacto con los bancos centrales y los reguladores para asegurar que USC se lanza en una “estructura que cumple todos los requisitos regulatorios, y es sólida y eficiente”. El encaje regulatorio será una de las principales cuestiones a tener en cuenta, algo que ya ha despertado la preocupación de La Comisión Europea, que el pasado mes propuso incluir las plataformas de cambio de monedas virtuales y los proveedores de servicios de custodio de monederos electrónicos en el ámbito de la aplicación de la Directiva contra el blanqueo de capital.
En febrero de 2015, el Banco Central Europeo, mediante su informe sobre Monedas Virtuales, instó a las autoridades de los estados miembros y las europeas a buscan un encaje en los marcos legislativos de regulación y supervisión.
Referencias
Financial Times. Big Banks plan to coin new digital currency
RDMF. La Comisión Europea propone regular las monedas virtuales
Algo «virtual» es aquello que no es tangible, real en el plano físico. Según un estudio llamado «The Money Project» de visualcapitalist.com tenemos el siguiente cuadro en billones españoles de USD:
-Dinero en efectivo: 5
-Oro: 7,8
-Balance de la Reserva Federal: Desde 2008 ha pasado de 1 a 4,5.
-Dinero total, incluyendo depósitos y cuentas corrientes: 80,9
-Deuda soberana mundial: 60
-Reparto de deuda: 29% EEUU, 26% UE, 20% Japón, 6% China.
-Deuda global: 199. (Un 29% se ha añadido desde la crisis de 2008)
-Suma de todos los mercados de bolsa: 70
-Tamaño de las bolsas: 52% EEUU, 8% UE, 7% Japón, 2% China.
-Derivados: Se desconoce. Estimado entre 630 y 1.200
Si entre dinero en cash y oro tenemos 12,8 billones ¿Qué es el resto sino meros apuntes contables?
En el plano real poco hacemos ya con dinero físico: al fin y al cabo nuestras transacciones con tarjetas o transferencias tienen todos los elementos de una moneda virtual a la que «referenciamos» sin verla ni tocarla en ningún momento ninguno de los actores de la operación.
El factor blockchain tan solo aporta seguridad a la operación, no a la moneda en sí pues cambia la codificación transacción a transacción. Aparte bitcoin no es tanto una moneda como un activo sujeto a cotización. Poco lo diferencia de un derivado referenciado al trigo, por ejemplo. El dinero se transforma en unidades de bitcoin que pasan a ser objeto de especulación y transacción en mercados no regulados ni controlados por los actores clásicos (ahí está la sarna que le pica a la banca).
Por otra parte considero que la industria bancaria yerra al creer que «su» moneda virtual desplazará a bitcoin u otras venideras. Lo que no acaba de entender es que una parte creciente del universo de clientes empieza a despreciar su actitud de mercado ausente del más mínimo enfoque al cliente, de RSE de la buena (no del paripé actual) y comienza a valorar alternativas a la banca y a un regulador cuya actitud asemeja demasiado al icono de ese sello discográfico llamado «La voz de su amo». Sirviendo a la voz equivocada, aclaro.
Un abrazo,
Interesante. Me ha encantado, muchas gracias.