Los partidos políticos han vivido en España muy vinculados a la banca. Además de ser responsables del expolio de las cajas, se han servido de la banca para financiar sus actividades con préstamos poco transparentes que han sido objeto de periódicas condonaciones. Los mismos que se llevan las manos a la cabeza cuando se habla de condonar las deudas bancarias a los desahuciados se han aprovechado de su poder para conseguir que la banca le perdonara sus deudas. Así lo ha puesto de relieve el Tribunal de Cuentas. Estos hechos colocaron a los partidos políticos entre las principales preocupaciones de los españoles. En 2012 reaccionaron limitando las condonaciones a 100.000 euros cada año por entidad de crédito. Ahora en su cruzada contra la corrupción han anunciado que: “Los partidos prohíben que los bancos les condonen las deudas”, como si condonar deudas fuera un deseo de los bancos. Cuando lo cierto es que la condonación de deudas queda fuera del objeto social de los bancos, salvo en los supuestos establecidos en la legislación concursal. Y que sepamos los partidos políticos no han quebrado.