Editorial
En el Auditorio de Unidad Editorial, tras una brillante intervención de José María Roldan, Director General de Regulación del Banco de España, se esperaba con expectación la participación de Cristobal Montoro, portavoz de economía del Partido Popular. Por fin íbamos a conocer las medidas del Partido Popular para salir de la crisis. Se esperaban fuertes críticas a la pasividad del Gobierno y novedades, aire fresco, ideas nuevas para superar la situación. Sin embargo nos hemos encontrado ante un discurso tibio, descafeinado, oficialista, centrado en dos puntos, el apoyo al fondo de reestructuración propuesto por el Gobierno y una defensa a ultranza del modelo de las cajas de ahorro.
Apoyo al Fondo especial de reestructuración
Cristóbal Montoro ha dejado entrever un apoyo al Gobierno en la propuesta de crear un Fondo especial de reestructuración del sistema financiero, al margen de los fondos de garantía de depósitos. Esta propuesta busca gestionar las dificultades de las entidades financieras a través de una figura especial que no cuenta con la profesionalidad y los controles de instituciones de probada eficacia, como los fondos de garantía de depósitos. Y lo que es peor, con una gestión de la crisis bancaria a cargo del Estado, financiado mediante la emisión de Deuda Pública. La alternativa, es decir la opción por los fondos de garantía de depósitos, además de aportar una gestión profesional, habría supuesto que la industria bancaria, como sector más beneficiado por el saneamiento, acabaría pagando la factura.
Somos la envidia del mundo por lo avanzado de nuestro sistema de gestión de crisis bancarias, a través de la colaboración entre los fondos de garantía de depósitos y el Banco de España, y nuestros políticos se ponen de acuerdo en no utilizar este sistema y crear un fondo ad hoc para gestionar la crisis.
Preservar el sistema de las cajas
El agotamiento y deterioro del sistema de las cajas de ahorros es ya un secreto a voces. La intervención política del sector ha deteriorado su gestión y agudizado los conflictos de interés. Se requiere una urgente reordenación del sector, dando salida al sector privado a las cajas una vez saneadas. Sin embargo, para Cristóbal Montoro poner en evidencia la crisis del modelo de las cajas es cargar contra el más débil. No quiere oír hablar de cambios en el modelo de las cajas. Busquemos la explicación.
Las cajas han venido siendo gobernadas por consenso, con las presencia de los partidos políticos y sindicatos en sus órganos de gobierno. Las decisiones sobre inversiones y gastos se han venido adoptado sin salvedades. No hay cajas de uno u otro partido, sino cajas de los partidos políticos. Hay una gestión compartida, de la cual deriva una responsabilidad compartida. Siendo así, no debe sorprendernos que PSOE y PP se pongan de acuerdo en preservar el modelo de las cajas.