Recientemente, la Asociación Española de Banca presentó los resultados de 2017 correspondientes a su actividad, haciendo balance de su desarrollo durante dicho año y comparándolo con los resultados del año anterior. A través de nota de prensa, la asociación difundió datos positivos para la banca española, como un aumento del beneficio atribuido, del margen de intereses y de los ingresos netos; entre otras cosas. Sin embargo, no se mencionaron las provisiones por riesgo legal, por ejemplo, por demandas por cláusulas suelo.
El Fondo Monetario Internacional, en su análisis del sector financiero español recogido en el Financial Sector Assessment Program 2017, realizó una serie de recomendaciones que reflejan la necesidad de mejorar distintas actuaciones de los bancos españoles. Principalmente, el organismo internacional ha hecho referencia en su informe al rol de los organismos supervisores, que debe ser más proactivo en defensa del consumidor finaciero.
Acorde con una de sus recomendaciones, los bancos españoles deben ser supervisados con el fin de confirmar que éstos cuentan con suficientes provisiones para hacer frente a los recientes casos de demanda por cláusulas suelo. Aunque según el organismo ya se han establecido conversaciones entre los supervisores y bancos para entender el posible impacto de dichas demandas, el Fondo Monetario Internacional incide en la necesidad de mantener esa supervisión.
Además, el organismo también recomienda reforzar los poderes del Banco de España como organismo supervisor; por ejemplo, pudiendo impedir a representantes del Gobierno tomar decisiones en materia de supervisión financiera, como en la designación del personal senior de supervisión o la asignación del presupuesto. Asimismo, los bancos deberían estar obligados a notificar de manera inmediata al Banco de España cualquier cambio que afecte de manera desfavorable a su actividad.
En general, las recomendaciones del FMI van encaminadas a mejorar la regulación y supervisión bancaria en España. El propio organismo ha afirmado que ese proceso de regulación y supervisión ha mejorado considerablemente desde el año 2012. Sin embargo, establece que “todavía son necesarias reformas más amplias”, ya que a la transformación en supervisión bancaria le queda mucho camino por recorrer.
Entre otras cuestiones, el informe del FMI indica que hay áreas fuera de la competencia del Banco Central Europeo; como la autorización de fusiones de bancos, que recae en el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, sujeta a la evaluación del Banco de España y de otras autoridades. En este sentido, el organismo hace referencia a decisiones que se realizaron por razones políticas, como ocurrió con las cajas de ahorro, y que deberían haber recaído en manos de supervisores. De esta forma, la decisiones en el proceso de fusiones deberían estar subordinadas a cuestiones prudenciales y supervisoras.
Por tanto, sigue siendo necesario reforzar la supervisión y regulación de los bancos españoles para garantizar los derechos de los consumidores en un contexto donde, además, nos encontramos con un constante aumento de reclamaciones.