Extracto de ‘Futuro de la regulación hipotecaria’, vía Plataforma HMD26E
Fernando Zunzunegui, abogado y profesor de Derecho de Mercado Financiero en la Universidad Carlos III de Madrid, explica en esta entrevista realizada por la Asociación Plataforma Hipoteca Multidivisa 26E, cuál es la propuesta del Gobierno en la reforma de la legislación hipotecaria.
¿En qué consiste la nueva reforma hipotecaria del Gobierno español?
La reforma hipotecaria propuesta por el Gobierno español gestiona y trata de regular, entre otros aspectos, si pueden comercializarse productos entre los consumidores con cláusulas complejas, como son las cláusulas suelo o las hipotecas multidivisa. En esa reforma se establece que los consumidores, antes de firmar una hipoteca, tienen que ir al notario en los 7 días anteriores a la firma de la hipoteca. En esa visita el notario les va a explicar estas cláusulas complejas, les va a evaluar y a examinar acerca de si las comprenden. Además, va a solicitar a los consumidores que de su puño y letra firmen que les han sido explicadas, les han examinado y que comprenden las cláusulas, lo que después se elevará a un acta notarial, de constancia de la «transparencia material».
¿Cuál es el objetivo de esta reforma propuesta por el Gobierno?
Proteger a la banca, bloquear las demandas futuras, que sea el notario quien diga, después de recoger de puño y letra del cliente que así lo confirma y después de haberle explicado y examinado, que no hay ningún problema y que esa hipoteca ha sido comprendida perfectamente. No se va a poder firmar, si este proyecto llega a ser aprobado por el parlamento, ninguna hipoteca en la que no conste esta acta de constancia de que el cliente comprende los riesgos de cláusulas complejas, como son las cláusulas suelo o las hipotecas multidivisa. Cuando lo cierto es que la mayor parte de los clientes no conocen las implicaciones financieras de esas cláusulas que tienen derivados implícitos. Solo expertos financieros, doctores en Economía Financiera o el personal de la banca que trabaja en las tesorerías y diseña estos productos, son capaces de comprender sus implicaciones financieras.
Lo que se está haciendo es una ficción para proteger a la banca y decir ante notario, y que el notario recoja, que los clientes comprenden estas cláusulas, abusivas e incomprensibles para los consumidores medios.
¿Qué solución podrían tener estos conflictos en el mercado hipotecario?
La solución no puede ser otra que establecer unos contratos simples generales de hipoteca predispuestos a disposición de todos los clientes y que los clientes puedan decidir firmar una hipoteca como las de toda la vida, sin trampas, sin cláusulas complejas, y de esa forma estar tranquilos y no verse sorprendidos por lo que no está a su alcance comprender.
Puede, porque sería contrario a la libertad de elección, incluirse cláusulas complejas, como pueden ser las cláusulas suelo o las multidivisa. En esos casos sería necesario, como ocurre en Canadá y en países anglosajones, que el cliente viniera acompañado por un asesor financiero, que pagara el propio cliente, y que fuera el asesor quien interpretara para él estas cláusulas y examinara la situación económica del cliente y sus objetivos. Ese asesor financiero, que trabaja para el cliente y que le acompaña al notario, sería quien dijera que sí le conviene al cliente. Que el cliente con el consejo profesional de su asesor y por su propia decisión, quiere incorporar esas cláusulas complejas. De esa forma se salvaría el complemento de algo, como son las cláusulas complejas con derivados implícitos, que no puede llegar a comprender nunca al consumidor, pero que sí lo puede hacer con un asesor financiero profesional, y de esta forma, aquellos que quieran arriesgarse, que lo hagan, pero con el debido asesoramiento.