José Manuel Soria carece de la idoneidad necesaria para ser designado director ejecutivo del Banco Mundial. Ni es honorable ni tiene experiencia financiera. Es un político rodeado de escándalos. Su conexión con los papeles de Panamá, en los que se filtraron personas con cuentas en paraísos fiscales, le llevó a dimitir como ministro tras incurrir en continuas contradicciones. Además carece de experiencia en los mercados financieros. Su vida administrativa como Técnico Comercial del Estado no llena esta laguna. Es comprensible que sus amigos y algunos compañeros de cuerpo salgan en su defensa

Ni ha sido condenado ni está inhabilitado. Con su trayectoria puede mantener aspiraciones y pretender mover sus influencias para volver a la política o conseguir un buen puesto público en el extranjero. Lo que no está justificado es que el presidente de gobierno o el ministro de economía le propongan como director ejecutivo del Banco Mundial. Soria ni tiene derecho ni cumple los requisitos de idoneidad para ese cargo. Ninguna ley le ampara. Haber sido funcionario no le otorga ese derecho. Prácticas habituales de promoción interna, por muy antiguas que sean, no crean derecho cuando son contrarias a la ley, la moral o el orden público. El nombramiento debe recaer entre personas idóneas, tras un periodo de selección.

En un momento en que los organismos internacionales defienden el buen gobierno de la banca como elemento esencial de su regulación, nombrar director del Banco Mundial a un político que ha dimitido por las filtraciones de Panamá socavaría el buen nombre de la institución. Además, tras la precipitada dimisión de Rodrigo Rato como director gerente del Fondo Monetario Internacional y su posterior implicación en el fraude de Bankia, la designación de Soria dañaría la reputación de España en los mercados internacionales.

Por estas razones, la designación de Soria para ese cargo resulta contraria a la moral y al orden público económico. Además de una torpeza política es un acto contrario al buen gobierno de los mercados financieros. En cualquier caso, el Banco Mundial debe rechazar el nombramiento como director ejecutivo de un político dimitido por su implicación en los papeles de Panamá.

print button gray Editorial   Soria no es idóneo para dirigir el Banco Mundial

Deja un comentario