Vía Inversión&Finanzas por Cristina Vallejo
La declaración del preconcurso de Abengoa ha pillado menos de sorpresa que otras noticias de este tipo. Recordemos el shock, por inesperado, propinado por Pescanova. Pero el de la compañía gallega fue un fraude, de engaño y ocultamiento. Como el de Gowex. Abengoa, como las inmobiliarias en lo peor de la crisis, venía avisando con su propia cotización, que llegó a caer desde los máximos que marcaban en 2014 en el entorno de los 4,70 euros hasta situarse por debajo del euro por acción antes de la fatal noticia (…)
De todas maneras, pese al aviso que también transmitían analistas y agencias de calificación crediticia, hay inversores que se han quedado pillados. Algunos se fiaron, algunos creyeron que Abengoa podría salvarse, que podría salir adelante y esa posibilidad cada vez es más remota. El 90% de las empresas que entran en preconcurso acaban en concurso (…).
Aunque puede que no haya ningún otro preconcurso agazapado en la bolsa española, al menos con vistas al más rabioso corto plazo, los analistas coinciden en gran medida en que, durante un tiempo puede haber contagio en el mercado, sobre todo en el caso de las empresas más vulnerables (…).
Aunque Abengoa se salve, sus accionistas no lo harán
El anuncio de lanzamiento de un preconcurso no fue un farol como algunos pensaron. Los apuros de Abengoa son muy graves y puede acabar de la peor manera posible, en la liquidación de la compañía. La evolución en el mercado secundario de las emisiones de la compañía descuentan el peor de los escenarios imaginables. Algunos de sus bonos cotizan hasta a un 15% de su valor, lo que indica que los inversores se están haciendo a la idea de la posibilidad de quitas de hasta un 85%. Hay algún analista que cree que comprar deuda de abengoa podría ser un gran negocio si finalmente la quita es menor o si ésta no llega a producirse. Un gran negocio, pero con muchísimo riesgo (…).
Han surgido algunas acciones legales para intentar recuperar el dinero. ¿Será posible recuperar el dinero? Según comenta el abogado Fernando Zunzunegui existe una vía penal con la que la posibilidad de recuperar el dinero es pequeña; también existe una vía administrativa, para reclamar la responsabilidad del regulador, pero a la luz de los últimos casos, tanto la CNMV como el Banco de España parecen blindados. La tercera vía es la civil, que es la que suele emplear el despacho Zunzunegui.
Ahora mismo está evaluando la viabilidad de un proceso contra Abengoa. Ya se han abierto algunas demandas colectivas contra la compañía en Estados Unidos, ante la posibilidad de que haya proporcionado información engaños, sesgada o incompleta al mercado. Es lo que se tiene que analizar. También habría que evaluar contra quién interponer el proceso, si contra el administrador o contra la compañía, en función de quien tenga mayor capacidad financiera para hacer frente a la devolución del dinero que se considere defraudado. En todo caso, demostrarlo será más difícil que en el caso Gowex, donde Jenaro García confesó que había falseado sus cuentas.