Cuando ya creímos encauzado el problema de las cajas de ahorros, con su forzosa conversión en bancos y rescate por el mercado, el gobierno publica una reforma que devuelve el control de las cajas a los políticos locales y amenaza la gestión de su crisis.
El anteproyecto de Ley de cajas de ahorro y fundaciones bancarias, permite en contra de Memorando de la Comisión Europea de 24 de julio de 2012, que las cajas reconvertidas en fundaciones bancarias, controlen los bancos a los que han traspasado su negocio. Las ayudas para el rescate bancario quedaron condicionadas en el Memorando a “preparar normas para clarificar el papel de las cajas de ahorros en su calidad de accionistas de las entidades de crédito con vistas a una eventual reducción de su participación a niveles no mayoritarios”. Sin embargo la norma preparada por el gobierno español consagra la participación mayoritaria de las fundaciones en los bancos. Si alguna claridad introduce es la de dejar claro que las fuerzas vivas de la respectiva comunidad autónoma podrán designar a todos los patronos de la fundación que controla el banco.
Patronato
Las comunidades autónomas podrán decidir con gran libertad quien forma el patronato de estas fundaciones. Poco importa que deban limitar al 25% los representantes de los organismos públicos en el patronato, pues podrán designar a representantes de los fundadores, de intereses colectivos o personas “independientes”, hasta alcanzar el control político de la fundación bancaria que controla el banco.
Gobierno corporativo
Es cierto que se avanza en el gobierno corporativo. Se prohíbe a los cargos políticos y a los ejecutivos de partidos, patronales o sindicatos ser miembros del patronato de la caja. Y no se permite a los patronos ser consejeros del banco bajo su control. Pero estas cautelas son insuficientes y han demostrado ser ineficaces. El mismo objetivo de control político se logra con personas interpuestas y operaciones vinculadas. La raíz del problema es permitir que representantes políticos ocupen entidades financieras y las mantengan bajo su control. El Memorando identificó el problema y recogió la solución. Hay que separar la banca de la política y eso se consigue prohibiendo que las fundaciones resultantes de las cajas controlen bancos.
Supervisión del Banco de España
En la norma proyectada la supervisión del Banco de España queda reducida al control de las participaciones significativas a efectos de solvencia, como simple supervisor del banco controlado por la fundación bancaria. Todo ello con ambigüedades en la redacción de la norma que dificultarán las tareas de vigilancia del Banco de España.
Las exigencias de protocolos de gestión y plan financiero de la participación en el banco que supere el 30% del capital, resultan insuficientes para asegurar una gestión profesional. Asimismo la diversificación de inversiones y el fondo de reserva que se exige a aquellas fundaciones que controlen más el 50% del capital del banco, parecen más una penalización por los riesgos de la politización que una medida de vigilancia financiera.
La Comisión Europea y al Autoridad Bancaria Europea (EBA) deberían reaccionar de inmediato, pues este anteproyecto desentierra el problema de la politización de las cajas de ahorros y pone en cuestión el saneamiento del sector.
Referencias
El Banco de España castigará a las cajas que tengan bancos Los dividendos se aprobarán por mayoría del 75%, de Íñigo de Barrón, vía El País PDF
[…] hace referencia a decisiones que se realizaron por razones políticas, como ocurrió con las cajas de ahorro, y que deberían haber recaído en manos de supervisores. De esta forma, la decisiones en el […]