El pasado 27 de mayo, el Parlamento Europeo dictó su resolución sobre “la tecnología financiera (FinTech): influencia de la tecnología en el futuro del sector financiero”, que tiene por objeto el informe del mismo título elaborado por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sometido a debate el pasado 16 de mayo y que fue aprobado un día después en votación única.
La resolución pone de manifiesto la perspectiva legislativa y de supervisión adoptada por el Parlamento Europeo en materia de Fintech, favorable a la innovación y basada en los siguientes principios: (i) mismas normas, independientemente del tipo de entidad jurídica o de su ubicación en la Unión; (ii) neutralidad tecnológica; y (iii) proporcionalidad de las acciones legislativas y de supervisión respecto a los riesgos y la importancia relativa de los mismos.
Concretamente, en relación con la actividad supervisora de las autoridades competentes, el Parlamento Europeo recomienda en la resolución la experimentación controlada a través de la creación de entornos regulatorios de pruebas para servicios Fintech, y mediante el desarrollo de herramientas de prueba de resistencia financiera u operativa para aplicaciones de tecnología financiera que puedan provocar riesgos sistémicos. Adicionalmente, destaca los potenciales beneficios de la tecnología regulatoria para mejorar los procesos de cumplimiento normativo, haciéndolos más sencillos y rentables, y pide que las autoridades aclaren las condiciones legales en las que cabría autorizar la externalización de actividades de compliance por parte de entidades supervisadas.
Finalmente, entre las principales medidas adoptadas en la citada resolución, destaca la solicitud a la Comisión Europea para que elabore un plan de acción exhaustivo sobre tecnología financiera en el marco de su estrategia para la Unión de los Mercados de Capitales y el mercado único digital. En este sentido, el Parlamento resalta que las empresas Fintech contribuyen de forma positiva al desarrollo de la intermediación financiera, pero también generan nuevos riesgos para la estabilidad financiera, por lo que solicita que la Comisión, en el diseño de su plan de acción, preste especial atención a la protección de los consumidores e inversores minoristas, teniendo en cuenta la necesidad de reforzar la educación y las competencias digitales en el sector financiero, en los organismos reguladores y en el conjunto de la sociedad.
Referencias: