Fernando Zunzunegui
La historia reciente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo es un cúmulo de indignidades. Son indignos quienes han ocupado sus altos cargos destinando los depósitos a la especulación inmobiliaria y a la financiación política. Son indignos los miembros de la comisión de control que no ejercieron su labor, dejando hacer con su silencio. Son indignos los políticos de uno y otro lado que nombraron a estas personas por su vinculación y docilidad, conociendo que no reunían el perfil técnico y de independencia necesario para la buena gestión del ahorro público. Por fin, son indignos quienes no ejercieron a tiempo su potestad de intervención. Lo que hicieron con CCM, debieron hacerlo con la CAM hace mucho tiempo. Cuando la situación de una entidad de crédito no puede deducirse de su contabilidad el Banco de España debe sustituir a sus administradores, sanearla y devolverla al sector privado mediante una subasta. No es extraño que estemos indignados.
Supongo que no se tomará ninguna medida de justicia, de castigo, tampoco ahora. El contubernio existente en las democracias actuales entre políticos y representantes del capitalismo lo «impide».
Saludos