La CNMV apuesta por la prohibición de incentivos para una mayor independencia del asesor financiero
La entrada en vigor de MiFID II trajo consigo un golpe de transparencia a uno de los conceptos de comisión más atractivos de la industria financiera, las retrocesiones. Tras dos años de vigencia del nuevo marco regulatorio de MiFID II, la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha redoblado sus esfuerzos por garantizar una mayor transparencia e independencia en el mercado de valores. En su respuesta a la consulta de la Comisión Europea acerca de la revisión de MiFID II y MiFIR, la CNMV mostraba su apoyo a la introducción de una prohibición total de estos incentivos para todos los productos minoristas de MiFID II como a otros productos similares, como los seguros.
La publicación de la respuesta del supervisor español a la Comisión Europea ha atraído la atención de todo el sector financiero. Así lo recoge Esther García (Revista Inversión y Finanzas) en un especial donde recoge la opinión de varios expertos del sector. Para Fernando Zunzunegui, esta propuesta “es una buena iniciativa, aportaría claridad al mercado y seguridad jurídica a los operadores porque el régimen actual confunde a los inversores y aumenta la carga de cumplimiento normativo de las entidades”. De acuerdo con el análisis de las voces expertas, las propuestas de la CNMV buscan flexibilizar la directiva de mercados en aquellos supuestos en los que se ha mostrado ineficiente o desproporcionada. Además, la implantación de esta prohibición, unida a la mejora de la transparencia de costes y comisiones, permitiría al inversor distinguir con claridad al asesor financiero del comercial dedicado a la venta de productos de inversión.
En estos términos se pronunciaba Fernando Zunzunegui profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y socio fundador de Zunzunegui Abogados, quien afirma que “la prohibición de incentivos culminaría el camino hacia la independencia del asesor y dejarían de existir los asesores que viven de la retrocesión de comisiones”.
Además de esta propuesta, el documento de la CNMV recoge otra medidas encaminadas a simplificar y reducir la carga de cumplimiento normativo de las entidades. El supervisor dirigido por Sebastián Albella considera contraproducente la regulación del análisis financiero imponiendo desagregar sus costes algo que para nuestro director Fernando Zunzunegui, supone “una carga negativa que reduce la cantidad y la calidad del asesoramiento”. Por otra parte, el supervisor del mercado de valores español se muestra contrario a crear una figura intermedia entre el cliente minorista y el profesional, ya que añadiría complejidad al sistema.
Con estas propuestas la CNMV se revela como un supervisor «pragmático» en busca de la eficiencia en el funcionamiento del mercado, asegura Zunzunegui, para quien “la CNMV propone un retorno a lo esencial y podar el ‘árbol’ de MIFID II, que es demasiado frondoso. Esperemos que la Comisión Europea acepte esta necesaria poda y el mercado rebrote con fuerza con MIFID III, liberado de cargas innecesarias”.