Fernando Zunzunegui

mirl13 Mirlo BlancoEl informe de la Comisión de seguimiento, control y evaluación de las cláusulas suelo de noviembre de 2017 recoge datos agregados de las reclamaciones presentadas por los clientes y de las aceptadas por los bancos. Del millón de reclamaciones presentadas casi dos tercios fueron desatendidas o rechazadas.

Echábamos de menos al comentar la parquedad del informe alguien con criterio que recordase al resto de los miembros de la Comisión el mandato recibido, como hiciera en su día Francisca Sauquillo en la Comisión de seguimiento de los llamados arbitrajes de las preferentes. Ya tenemos el mirlo blanco de las cláusulas suelo. Se trata de Vicente Pascual miembro de la Comisión de seguimiento en representación del Consejo General de la Abogacía. En una entrevista, sin formalizarlo en esta ocasión como voto particular, analiza el procedimiento de reclamaciones del cobro de lo indebido por cláusulas suelo y evalúa los datos suministrados por la banca. Sus respuestas no tienen desperdicio. Recomendamos su lectura pues no solo habla de las cláusulas suelo, también comenta la reforma hipotecaria. Empieza calificando el procedimiento de reclamaciones de cláusulas suelo como “una suerte de tiempo de prolongación a la banca”. De pausa para poder levantarse del suelo lo habíamos calificado en una primera lectura. Dicho procedimiento establece, según Pascual, un “innecesario proceso extrajudicial, y un sistema de privilegiado para la banca en materia de costas judiciales”. Deja “una bolsa de 650.000 solicitudes de reclamación extrajudicial que no alcanzaron acuerdo” que pueden convertirse en 650.000 nuevos pleitos y eso, concluye Pascual, la “planta judicial civil española no lo podría soportar, y la banca española no lo debería provocar.”

¿Qué debería hacer la banca para evitar seguir perdiendo reputación y encarecer la factura final por sus abusos con las cláusulas suelo? Algo muy sencillo, pedir disculpas y devolver lo cobrado de más, comprometiéndose a no volver a actuar en contra del interés de sus clientes. Según Pascual: “Al día siguiente de dictarse la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, el 21 de diciembre de 2.016, las entidades financieras hubieran debido poner a funcionar sus sistemas informáticos, y por los mismos mecanismos telemáticos que cargan todos los meses los recibos de las hipotecas a sus clientes, por los mismos, debieron practicar una transferencia a cada cliente devolviéndole lo pagado en exceso, más sus intereses legales.”

Con el procedimiento de reclamación ad hoc diseñado por el Gobierno, con la posterior restricción de las demandas a determinados juzgados aprobada por el Consejo General del Poder Judicial y su confuso rediseño, con una comisión de seguimiento carente de medios, lo único que está logrando el Gobierno es prolongar el problema, saturar los juzgados y empeorar la situación de la banca. Aunque lo más grave es la perversión de las instituciones.

Menos mal que en España contamos con personas como Francisca Sauquillo o Vicente Pascual con la valentía y el rigor suficientes para defender el Estado de Derecho y dar una oportunidad a la banca para cambiar su cultura y actuar en interés de sus clientes. A veces hay ayudas que resultan envenenadas.

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