El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS, en sus siglas en inglés) publicó, el pasado 31 de agosto, un informe consultivo sobre las consecuencias de fintech (o tecnofinanzas) para el sector financiero y los organismos supervisores a medio plazo, así como una serie de recomendaciones atendiendo a distintos escenarios. El documento permanecerá abierto a comentarios hasta el 31 de octubre.
Entre los datos que analiza el informe, destaca la disminución en 2016 del volumen y la inversión de capital en fintech, que pasa de 1.255 miles de millones de dólares en 2015 a 1.076 en 2016 (según los datos que publicó KPMG International en febrero de este año), debido, según el organismo, a la “tendencia típica de sobrestimar las implicaciones de las nuevas tecnologías o innovaciones a corto plazo y subestimar las implicaciones a largo plazo”, conocida como ‘hype cicle’ o ‘ciclo de sobreexpectación’.
Los cinco escenarios para el sector financiero que desarrolla el Comité de Basilea en su informe son: better bank, los bancos históricos se modernizan para retener al cliente y los servicios bancarios básicos; new bank, los bancos tradicionales son reemplazados por los nuevos que se impulsan por la tecnología; distributed bank, los servicios financieros se fragmentan entre las firmas fintech y la banca; relegated bank, los bancos históricos se convierten en proveedores de servicios comercializados y las relaciones con los clientes son propiedad de los nuevos intermediarios; y disintermediated bank, donde los bancos tradicionales son irrelevantes y los clientes interactúan directamente con los proveedores de servicios financieros individuales.
En relación a los riesgos que suponen las fintech para el sistema bancario en general, el Comité de Basilea detalla como tal la privacidad y seguridad de los datos, la interconexión creciente en el sector, la liquidez y volatilidad de las fuentes de financiación bancaria, los riesgos estratégicos y de rentabilidad, así como el alto riesgo operacional. Como oportunidades para el sector, el Comité incluye el potencial impacto positivo en la estabilidad financiera, una banca mejorada y más eficiente, un uso innovador de los datos que puede mejorar la gestión de los riesgos, operaciones bancarias más rápidas y con un coste menor, y el regtech, es decir, la aplicación de las nuevas tecnologías a la regulación del sector financiero.
En cuanto a las implicaciones de fintech para los supervisores bancarios y los marcos regulatorios, el Comité identifica una necesidad mayor de cooperación entre supervisores, una necesaria revisión de la organización interna de los organismos y sus políticas de recursos humanos en relación a las competencias de sus empleados, o la gestión del riesgo ante posibles desajustes regulatorios involuntarios.
Referencias
- Informe del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea ‘Sound Practices: Implications of fintech developments for banks and bank supervisors’
- Nota de prensa del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea