Rubén Martínez | Madrid

img 0686 300x200 El sector fintech tiende la mano a la banca y pide una regulación inspirada en UK

Los datos hablan por sí solos. Reino Unido emplea a más de 60.000 personas en el entorno fintech. España no llega a 1600. Solo en Inglaterra, el número de estas plataformas asciende a más de 500, mientras que en nuestro país hay 128 fintech y 28 insurtech. En términos de inversión, en Reino Unido las cifras se acercan a los 5.400 millones de dólares. En España no se alcanzan los 200 millones acumulados.  Son datos a conocer este miércoles 6 de julio por Rodrigo García de la Cruz, vicepresidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, quien ha asegurado que España corre el riesgo de quedarse atrás con respecto a otros países si no se aúnan esfuerzos en crear un entorno fintech.

Las cifras ofrecidas por García de la Cruz se enmarcan dentro del evento celebrado este miércoles en el Campus Madrid de Google con motivo de la presentación del proyecto ‘El Libro blanco: guía imprescindible para el sector Fintech en España”. También hubo una mesa redonda en la que participaron emprendedores que explicaron los retos, oportunidades y dificultades que vive el este sector. Un informe publicado por la consultora Ernst&Young y el gobierno británico hace dos años registraba que los ingresos del mercado Fintech suponían cerca de 20.000 millones de libras. Es Reino Unido quien ha tomado la iniciativa en el desarrollo de la regulación de estas plataformas con propuestas destinadas a fomentar el desarrollo de este nuevo entorno, y las fintech españolas tienen puesto el ojo en ese modelo.

“Es un momento en el que España se debe a sus emprendedores. Necesitamos marcos jurídicos, políticos y económicos en un contexto de internet global. En Europa debe haber un marco jurídico global que permita localizar las oportunidades que se están dando”, apuntó Marta Plana, vicepresidenta de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, quien demandó transparencia, alianzas y colaboración para convertir a España “en un hub referente en toda Europa”. Dentro de esas alianzas, García de la Cruz ve necesario construir puentes con la banca tradicional porque en su opinión ambas partes se necesitan: “Los bancos no existirán sin las fintech ni las fintech sin los bancos”. De esta forma, se tiende la mano a una banca que por medio del presidente de la patronal ya ha demandado igualdad en la regulación para las fintech.

Un entorno regulatorio complicado

Una regulación común a nivel europeo. Ese es el deseo de algunos de los emprendedores que participaron en la mesa redonda, donde explicaron sus inquietudes en primera persona. El caso más esclarecedor es el que puso encima de la mesa Francisco Sierra, de Funding Circle, empresa con presencia en cinco países: Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Alemania y España. “En cada país tenemos una regulación distinta. Es un desastre”. El moderador preguntó a los ponentes si algunos se han planteado la posibilidad de marcharse a otro país debido al entorno regulatorio español. “Nos lo planteamos. Confieso que siempre miramos con envidia lo avanzada y la enorme calidad que tiene la normativa inglesa”, expuso Fernando Cabello-Astolfi, de la empresa Aplázame. En el año 2013, Reino Unido decidió apostar fuerte por este sector y centró sus esfuerzos en un marco legislativo y de supervisión que permitió una rápida escalada de nuevos modelos de negocio fintech, con la incorporación de miles de emprendedores e inversores.

Rolf Cederström, de Digital Origin, coincidió con los demás ponentes en que España tiene “un entorno regulatorio complicado, aunque ello también es una oportunidad para tener una mejor posición” y reclamó «un punto más consultivo por parte del regulador» para conocer mejor los entresijos de las actividades desarrolladas.  Otro debate planteado es el referido a la competencia natural con la industria bancaria. Según un reciente estudio de PwC, las entidades bancarias temen que las fintech les arrebaten casi el 25% del negocio en los próximos cinco años. Aunque estas últimas consideran que puede ser hasta un 33%. Son la banca retail, los medios de pago y los servicios relacionados con la gestión de activos y de patrimonios, por este orden, los que van a experimentar un cambio más radical. No hay que olvidar que en este mismo estudio, las propias entidades que han participado reconocen que la colaboración con estos nuevos entrantes en el sector les ofrecen grandes oportunidades en materia de mejora de la eficiencia y reducción de costes -73%-, a la hora de diferenciarse de sus competidores -62%- de retener a sus clientes -57%- y de conseguir ingresos adicionales -56%-.

“Los bancos no son nuestros adversarios. Que sigan existiendo. Porque es verdad que no existiríamos sin los bancos. Lo que es cierto es que las fintech ofrecen una mejor experiencia de usuario. Las alianzas de start-up con bancos que mejoren la experiencia del cliente son buenas. Y esto es algo que sería bueno que el legislador tuviera en cuenta”, reconoció Fernando Cabell-Astolfi, de Aplázame.

Exigencias de cualificación de MiFID II

La irrupción de las fintech plantea otro interrogante regulatorio. La normativa europea MiFID II, que entrará en vigor en enero de 2018, supondrá la exigencia de una cualificación mínima y experiencia acreditada, tanto para ofrecer consejos de inversión como para informar sobre productos financieros, con el objetivo de aumentar la transparencia y la protección del consumidor. No obstante, el vacío regulatorio del entorno fintech deja en el aire si también será exigible para aquellas que desarrollen su negocio en este campo. El coordinador de regulación de EFPA España, Fernando Zunzunegui, planteó durante el turno de preguntas esta cuestión de vital interés para el desarrollo del sector financiero. “Cuando entren las fintech en ese circuito de venta de inversión financiera o quieran asesorar a un cliente también deberán afectar a esas fintech. Cuando se construya ese requerimiento, este debe ser proporcional”, respondió Enrique Fernández Albarracín, de Ernst&Young, quien insistió en la idea de la importancia de la proporcionalidad, aunque sin querer entrar de lleno en esta cuestión. No obstante, la acreditación cualificada para la prestación de servicio financiero, ya sea venta o asesoramiento, es una de las novedades más importantes que trae consigo la norma europea y debe ser cumplida por todos los profesionales que ofrecen estos servicios.

El libro blanco se presentará en octubre

Fernández Albarracín también fue el encargado de presentar el proyecto de Libro Blanco sobre fintech que tiene previsto ver la luz el próximo octubre. En esa fecha se espera tener una versión madura para presentarla ante la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, el Ministerio de Economía, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Su publicación tiene la finalidad de conseguir ciertos objetivos como la convergencia con los estándares regulatorios de otros ordenamientos del contexto europeo, consolidar y normalizar el sector fintech en España con una mayor seguridad jurídica, y una adecuada regulación que beneficie a todos los agentes del sistema financiero. El libro blanco se configurará en torno a 10 verticales:

  1. Asesoramiento y gestión patrimonial
  2. Finanzas personales
  3. Financiación alternativa (préstamos entre particulares, crowdlending y crowdfunding, factoring…)
  4. Crowd Inmobiliario
  5. Crowd Equity
  6. Servicios Transaccionales y Divisas
  7. Medios de Pago
  8. Insurtech
  9. Identificación online de clientes
  10. Criptocurrencies & Blockhain (bitcoin y resto de monedas virtuales)

 

 Referencias

Landscaping UK Fintech. Commissioned by UK Trade & Investment

Blurred lines: Cómo  FinTech está redefiniendo el sector financiero (PwC)

RDMF: Fintech: la nueva banca

RDMF. Roldán (AEB) pide “igualdad de regulación” para las fintech

José María Roldán. “La unión del mercado de capitales: una visión crítica”

Foto: Rubén Martínez

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