Fernando Zunzunegui

drag13 300x168 El BCE se extralimitaEl Banco Central Europeo ha decidido bajar a cero el tipo de interés aplicable a las operaciones principales de financiación, cobrar más por los depósitos que recibe de los bancos y pagarles por tomar dinero prestado, ademas de anunciar la compra de bonos de empresas. Con la adopción de estas medidas el BCE se extralimita en su actuación al ir más allá de las funciones de política monetaria que tiene atribuidas. Es un guardián de la moneda que quiere gobernar la casa común. Nadie duda de sus buenas intenciones. Pretende suplir las carencias de la política económica en la Unión Europea. Quiere primar la concesión de crédito para recuperar la economía y al mismo tiempo garantizar a los bancos una rentabilidad.

Pero los tipos negativos suponen la perversión del mercado del crédito. Desnaturalizan las operaciones bancarias. En las operaciones pasivas, del mismo modo que el BCE cobra a la banca por las «facilidades de depósito», los bancos comenzarán a cobrar a los clientes depositantes. En las activas, del mismo modo que el BCE paga a los bancos por tomar dinero prestado, los bancos deben pagar a los hipotecados cuando el diferencial pactado resulte negativo. Pero los clientes ni entienden que les cobren por mantener el dinero en el banco ni que les paguen por tener dinero tomado a préstamo.

Son cuestiones de concepto. Una autoridad monetaria debe limitarse a defender el valor de la moneda. No debe dedicarse a gobernar la economía. Es inconstitucional. Hay además en la actuación del BCE un déficit democrático, pues sus medidas de política económica carecen del control parlamentario que tienen las medidas adoptadas por los gobiernos.

Otras referencias
Debate en iAhorro sobre Tipos del BCE al 0%

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2 comentarios

  1. Comparto en pleno las reflexiones del Prof. Zunzunegui. Lo que hay que dar en el esfuerzo por comprender como hemos llegado hasta aquí, es realizar lo que han sido los últimos 30 años de la integración financiera europea, más o menos desde el tratado de Maastricht. Estos logros pueden reducirse esencialmente a dos: la plena integración económica con la liberalización de la circulación de capitales y la creación del euro. Todo ha funcioado muy bien hasta que hoy tengamos un cuadro jurídico armonizado en que los capitales pueden refugiarse de un ordenamiento a otro sin costes de transación relevantes, y hasta tenemos a un único supervisor de entidades de crédito con poderes de vigilancia unificados, y hasta se propone una CNMV europea que aflanque al BCE en mercados de valores. Qué es lo que no se ha uniformado entonces? pues lo que no se pude uniformar: el tipo de inflación. Áreas económicas distintas conocen tipos distintos de inflación, que es algo tan peculiar como los hábitos sociales: cambian en función de la propensión al gasto de cada pueblo y aun, de cada persona. Para ajustarnos a un tipo de inflación única, reglamentariamente establecida por el BCE al 2% – ya que en los Tratados nunca se fija – hemos tenido que crear desempleo masificado e involuntario en aquellos países cuya población más propensión al consumo tenía. Por otro lado se trataba de los mismos países en que el diferencial de inflación con el core de la zona euro, garantizaba a los bancos de Francia y Alemania (y sus países satélite) la más alta remuneración de sus capitales; me explico con un ejemplo: en un país como Alemania en que la inflación media se colocaba en el año 2003 en un 1% aproximado, dado un contexto de perfecta competencia entre entidades de crédito, un banco cualquiera hubiera colocado un préstamo hipotecario con un interés del 1% (el umbral coincidente con la inflación para que el dinero no perdiese valor) más un interés razonable que le garantizara rentabilidad en su negocio, digamos un 1,5%, resultado neto un 2,5% de interés. Tengamos en cuenta que cualquier préstamo a condiciones económicas más beneficiosas por el banco (intereses más altos) no hubiera prosperado, ya que las demás entidades, a menos de no estar involucradas en un cartel, aplicarían el tipo medio que hemos señalado; también hay que tener en cuenta que el único trozo sujeto a competencia sería siempre la parte de «rentabilidad» de dicho préstamo (el 1,5%) ya que la inflación representa un valor externo objetivo. En los países del Mediterráneo sin embargo la inflación era muy superior: en el mismo año, 2,5% en Italia y España, 3% en Grecia. Vertiendo las mismas variables, y ciñéndonos tan solo a nuestro país, el mismo préstamo se colocaría al 4% (2,5% de inflación más el 1,5% de ganancia). La diferencia entre la operación en Alemania y España (4%-2,5%) era 2%. Puede parecer poco, en realidad es el 80% de la inversión doméstica: a un banco alemán le salía un 80% más rentable colocar capitales en España que en Alemania. Otras implicaciones consecuentes las hay en el desequilibrio entre importaciones y exportaciones, aumento comparado del sueldo medio por hora trabajada, a paridad de productividad, con pérdida de competitividad y desequilibrio en balanza de pagos. La austeridad entendida como conjunto de medidas consistentes en recortes de gasto público y fomento del desempleo ha sido no la causa sino la consecuencia de la asimetría de partida: para mantener la UEM ocurría armonizar los tipos de inflación, y para alcanzarlo es preciso actuar en el mercado del trabajo, convenciendo a los trabajadores a trabajar más ganando menos y por eso la única es desempleo masificado. Que alguien me diga cuando en España hubo un paro al 25% y juvenil del 55%. El hecho que nos hallemos con intereses negativos atestigua una sola cosa: que esas medidas han sido un éxito: tanto paro tenemos que nadie toma dinero en préstamo ni hay bancos que se lo den. Es importante entender que la presente situación no es nada contingente: con el actual marco de reglamentación europeo es lo fisiológico, un equilibrio. Si mañana el Gobierno descubriese un tesoro escondido de 10 mil billones de euros y esa suma se la entregase a la gente, haciendo por ejemplo una gran maniobra anti cíclica de inversiones en lo que sea, el hecho buscado de quitar la población activa del paro, lsubiría la inflación y el ciclo empezaría otra vez. Ahora ya vemos que esa operación la intenta realizar el propio BCE, y los resultados no podrán que ser los mismos fracasos, pero si que nos dilucida un aspecto relevante yo creo de la creación europea: sustraer democracia y poder a los órganos constitucionales para entregarselos a instancias supranacionales políticamente irresponsables y sumamente ajenas al proceso electoral. De hecho que mejor manera de obligar a las partes sociales a aceptar condiciones de trabajo inicuas que diciéndoles que nos lo pide Europa? pues he aquí profesor que arrojamos luz sobre la naturaleza de la crisis económica europea: no es una circunstancia, es un método de gobierno (Grecia y la crisis de los migrantes docent), y la naturaleza del problema no es técnica, ni económica ni jurídica: es política. A los problemas técnicos se les encuentra solución, por eso existe la ciencia. Mientras que los problemas políticos pasan por conflictos, conflictos sociales, primero y luego, si no se les proporciona reparo, conflictos en sentido propio. Basta saberlo, y prepararse a lo que pasará. Un saludo

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