Vía eldiario.es por Andrés Gil y Belén Carreño [extracto]

images2 El Ayuntamiento de Madrid lleva dilapidados 247 millones en productos financieros tóxicos contratados por Gallardón247 millones. Es lo que le está costando al Ayuntamiento de Madrid un polémico producto financiero llamado swap, según cálculos internos a los que ha tenido acceso este diario. ¿Para qué sirve? Para asegurar un tipo de interés fijo en los pagos de los préstamos municipales sujetos a interés variable. Es decir, que si el interés variable se dispara, el Ayuntamiento paga el interés fijo. Pero si el interés variable se desploma, que es lo que ha pasado en el último lustro, el Ayuntamiento de Madrid paga muy por encima de lo que le tocaría. (…)

El Ayuntamiento firmó estos contratos entidad por entidad con diferentes condiciones pero indéntico resultado: pagar por unos tipos de interés hasta cuatro puntos por encima de lo que hubiera pagado con el variable que había contratado inicialmente. Los variables contratados originalmente (Euribor a tres meses y Euribor a seis meses) cotizan actualmente al 0% (y en algunos casos han entrado incluso en terreno negativo) y será muy difícil ver al indicador por encima del 4% a una década vista, justo cuando vencen estos créditos. (…)

«Es una apuesta de casino», se asombra uno de los expertos financieros consultados. La fuente, que prefiere no revelar su identidad por participar en algunos de estos procesos, entiende que los ayuntamientos deben intentar cubrirse del riesgo de los productos que contratan pero no a esos importes. «Están jugando con dinero público», concluye. (…)

Jordi Ruiz de Villa, abogado de Jausas Legal que trabaja con varios casos de swaps, asegura que el uso de estos productos «es un engaño masivo, al mismo nivel que las preferentes». «Se han dado muy malas prácticas con estos productos», lamenta Ruiz que también entiende la necesidad de estas coberturas de riesgo pero dentro de unos límites. (…)

El carácter institucional de un Ayuntamiento no es razón suficiente, según los abogados consultados, para presuponer que entienden lo que firman en este tipo de contratos. «El banco se dedica a vender riesgo, es su negocio, calcular probabilidades. Lo hacen con sofisticados programas que valen cientos de miles de euros y no están a disposición de clientes privados pero tampoco de administraciones públicas», zanja Ruiz de Villa. (…)

Fernando Zunzunegui, profesor de Derecho Financiero y personado en causas contra las preferentes, Bankia o Valores Santander, recuerda que las administraciones públicas no deberían «especular» con dinero público. «Una cosa es protegerse y otra aceptar productos especulativos», asegura. En este sentido, Zunzunegui recuerda que la nueva protección para el inversor (conocida por sus siglas Mifid2), descarta que los ayuntamientos sean «inversores elegibles» para este tipo de productos complejos. Así, ya no se presupone que las corporaciones municipales tengan conocimientos suficientes para aceptar este tipo de contratos. Eso sí, por tamaño Madrid sí podría quedarse dentro de estos criterios ya que los créditos concedidos superan los límites de la protección para el pequeño inversor. (…)

En opinión de ambos juristas, esto puede ser la punta del iceberg ya que en otros países el «engaño» masivo de los swap ha sido objeto de polémicas al mismo nivel que las preferentes en España. (…)

En los despachos de abogados se espera un desembarco de demandas contra los swap por parte de los ayuntamientos que han cambiado de color en las últimas elecciones. (…)

En cuanto a particulares, el Supremo ha dado la razón ya a varios inversores, incluso a los que se podría considerar institucionales. Ha condenado en octubre a Banco Santander a devolver los intereses cobrados por un swap endosado a una cooperativa vínicola de Aragón. También se ha declarado nulo un swap que había contratado un notario (a priori cualificado) por su cláusula de cancelación.

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