Vía El País por Íñigo de Barrón
La Audiencia Provincial de Barcelona ha aceptado demandas colectivas con productos financieros diferentes y ha condenado a Bankpyme (hoy CaixaBank) a pagar 2,2 millones a 31 inversores. Los clientes compraron participaciones preferentes emitidas por Lehman Brothers y por los bancos islandeses Landsbanki y Kaupthing.
La Audiencia entiende se incumplió la obligación contractual de información a los clientes, que fueron asesorados en la causa por los despachos de abogados Jausas y Zunzunegui. Colocaron un mínimo de 18.322 euros y un máximo de 269.940 en estos productos. La sentencia confirma la idoneidad de la acumulación de acciones en los casos de malas prácticas bancarias.
En la sentencia, el ponente, Francisco Herrando Millán, entiende que en el procedimiento “no constan datos objetivos que acrediten haber prestado una información previa, adecuada e inteligible a cada uno de los inversores”, imprescindible para las participaciones preferentes que califica de productos “de alto riesgo”. Y añade: “Ciertamente, la quiebra de los bancos emisores no fue imputable a la mercantil demandada, pero la pérdida de las inversiones sí que fue imputable a una falta de diligencia y ausencia de información imputable a la demandada”.
La resolución, dictada el 5 de marzo de 2015, confirma la que ya emitió el Juzgado de Primera Instancia nº 13 de Barcelona el 14 de abril de 2014.
